Cinematográfico. Así se puede catalogar el megaoperativo de la Policía Nacional para capturar a Juan Carlos Castro, jefe de la 'Oficina' de Medellín. 

El sucesor de Juan Carlos Mesa Vallejo, alias 'Tom', capturado en diciembre de 2017, fue arrestado en una lujosa finca en el municipio de Tolú, Sucre. 

Seis uniformados armados hasta 'los dientes' ingresaron al lugar tumbando las puertas de la costosa vivienda. "Quietos, Policía Nacional", fue el primer gritó del grupo policial. 

Alias 'Pichi' fue sometido rápidamente junto a otras tres personas que lo acompañaban en la finca, que estaba adecuada al mejor estilo de una hacienda de un capo mexicano. 

El jefe de la 'Oficina' fue el primero que esposaron y leyeron cargos. Su cara de 'pocos amigos' lo decía todo, había caído uno de los más buscados del país, un delincuente al que le hicieron seguimiento durante 8 meses, tiempo en el que duró al frente de la banda delincuencial. 

En el inmueble, que también cuenta con una piscina, las autoridades hallaron valiosos elementos y un mobiliario de primera. Además de tres vehículos de alta gama y armas con municiones. 

Lo curioso de esto último, es que a 'Pichi', le hallaron un arma con salvoconducto. ¿Cómo es posible que un criminal de este calibre tenga una pistola autorizada por el estado? Es la pregunta que queda en el tintero después de dar con su captura. 

Alias 'Pichi', era el responsable de confrontaciones armadas contra distintos grupos delincuenciales organizados y estructuras del ‘Clan del Golfo’, con el objetivo de establecer el total dominio de las acciones delictivas y las rentas ilícitas.

En 2013 estuvo recluido en la cárcel de Puerto Triunfo, en Antioquia, por narcotráfico. Además, está vinculado a múltiples procesos por homicidio, lesiones personales, falsedad en documento público, porte ilegal de armas, fuga de presos; fabricación y tráfico de armas, municiones y explosivos y secuestro simple y extorsivo.

Este último dato agrava más el por qué este individuo tenía autorización para portar un arma de fuego. 

Junto al mencionado 'Pichi' estaba alias 'Yuca', otro de los integrantes fuertes de la 'Oficina' de Medellín, su mano derecha delincuencial. 

Alias 'Pichi' lideraba las diferentes alianzas criminales para el tráfico internacional de cocaína y el desarrollo de estrategias de expansión delictiva.

De acuerdo con las investigaciones, tenía el control de 6 de las 10 principales Organizaciones Delincuenciales Integradas al Narcotráfico (ODIN) en el Valle de Aburrá y que ordenaba permanentemente el desarrollo de actividades de tráfico de droga, extorsión y homicidios selectivos, entre otros delitos, que afectaban la seguridad y la tranquilidad en esa región del país. 

Se calcula que estaba al frente de un componente de más de 650 integrantes de las ODIN y de al menos 1.400 de manera indirecta, mediante la modalidad de ‘outsourcing' criminal. Sin lugar a dudas, cayó un "pez gordo" de la delincuencia.